Miles de camionetas Ford E-Series ahora están sujetas a un segundo retiro porque la reparación inicial por sobrecalentamiento de las cubiertas del motor nunca se implementó adecuadamente en muchos vehículos. Esto significa que el riesgo de quemaduras para conductores y pasajeros ha persistido durante años, a pesar de los intentos anteriores de Ford para abordarlo.
El problema: quemaduras inesperadas
El problema surge del diseño del aislamiento de la cubierta del motor, que puede sobrecalentarse en áreas cercanas a los pies del conductor y del pasajero delantero. El contacto directo con estos puntos calientes puede provocar quemaduras, según la propia documentación de Ford. El problema afecta a 7.046 furgonetas Serie E 2021 fabricadas entre mayo de 2019 y noviembre de 2020.
El primer retiro del mercado: ¿una solución en papel?
En diciembre de 2020, Ford emitió un retiro del mercado instruyendo a los concesionarios que aplicaran una actualización de software para recalibrar el sistema de gestión del tren motriz y reducir la acumulación de calor durante el ralentí. Sin embargo, una auditoría interna reveló que sólo el 69,71% de los vehículos afectados recibieron la actualización. Los vehículos restantes fueron marcados incorrectamente como reparados, dejando a miles de clientes en riesgo sin saberlo.
Esta situación subraya una falla crítica en el control de calidad: un retiro del mercado puede ser técnicamente “completo” en el papel y no brindar soluciones en el mundo real. El hecho de que Ford no descubriera este problema hasta finales de 2023 plantea dudas sobre la supervisión y la velocidad de las auditorías internas.
¿Qué pasa ahora?
Ford se enteró de las reparaciones incompletas en noviembre de 2023 y ahora se está comunicando con los propietarios para asegurarse de que la actualización de software se aplique correctamente. Afortunadamente, la compañía informa que hasta ahora no se han producido lesiones ni accidentes debido a este problema.
Este nuevo retiro sirve como recordatorio de que incluso las reparaciones automotrices bien intencionadas pueden fallar si no se verifican meticulosamente. Para los propietarios afectados, el inconveniente es claro: se requiere otra visita al concesionario para solucionar finalmente un problema que debería haberse resuelto hace años.





















