El gobierno federal australiano abandonó su propuesta de reducir los límites de velocidad predeterminados en caminos rurales no señalizados, tras la oposición de los ministros estatales y territoriales. El plan, que tenía como objetivo reducir el límite de 100 km/h en las carreteras sin señalización, se consideró poco práctico debido a la preocupación por un “enfoque general” de la regulación de la velocidad.
La propuesta original y sus preocupaciones
El Departamento de Infraestructura inicialmente consideró reducir el límite de velocidad para abordar el aumento de muertes en las carreteras en áreas regionales. Actualmente, las carreteras no señalizadas fuera de las zonas urbanizadas tienen una velocidad predeterminada de 100 km/h, incluso si están mal mantenidas o no están selladas. El departamento buscó comentarios del público y recibió aproximadamente 11.000 presentaciones, antes de que los estados y territorios expresaran su oposición durante una reunión el 21 de noviembre.
“Todos los ministros acordaron garantizar que no se harían más trabajos para avanzar”, confirmó un portavoz de la ministra de Transportes, Catherine King.
Esta medida pone de relieve la tensión de larga data entre la supervisión federal y el control estatal sobre las medidas de seguridad vial. Los estados mantienen la responsabilidad de establecer límites de velocidad dentro de sus jurisdicciones, y un mandato federal único fue rechazado por considerarlo inapropiado.
Por qué esto es importante: seguridad vial rural
La decisión se produce en medio de una preocupante tendencia al aumento de las muertes en las carreteras en las zonas rurales de Australia. Los datos muestran que el riesgo de accidentes mortales en las carreteras regionales es once veces mayor que en las grandes ciudades, y el peaje alcanza su máximo en 15 años. Los expertos sostienen que velocidades más bajas mejoran significativamente las tasas de supervivencia en caso de colisión.
Según Paul Roberts, subdirector del Centro WA para la Investigación de Seguridad Vial, reducir la velocidad de 100 km/h a 70 km/h aumenta las posibilidades de sobrevivir a una colisión frontal de casi cero a 90%. El debate subraya el equilibrio entre velocidad, seguridad y comportamiento del conductor.
Respuesta de la industria
La Federación de Carreteras del Oeste acogió con satisfacción la decisión, argumentando que los límites de velocidad por sí solos no abordarán las causas fundamentales de los accidentes. Cam Dumesny, director ejecutivo de la federación, enfatizó que los “problemas de actitud” entre los conductores son un factor importante que contribuye. La perspectiva de la industria sugiere que la aplicación de la ley y la educación vial pueden ser más efectivas que las restricciones generales de velocidad.
El plan abandonado formaba parte del Plan de Acción Nacional de Seguridad Vial 2023-25 del gobierno australiano, cuyo objetivo era realizar un Análisis de Impacto Regulatorio (RIA) sobre el tema. Sin embargo, como los estados rechazaron la propuesta, se suspendieron nuevas acciones en este frente.
En última instancia, la decisión refleja la compleja interacción entre la política federal, la autonomía estatal y la urgente necesidad de mejorar la seguridad vial en las zonas rurales de Australia. El debate probablemente continuará mientras los gobiernos luchan por equilibrar la libertad de los conductores y la salud pública.
