La última versión del DBX de Aston Martin, el DBX S, tiene como objetivo dominar el mercado de los SUV de alto rendimiento. Con un motor mejorado y un chasis refinado, este vehículo busca justificar su precio de £210,000 ofreciendo una combinación de lujo y velocidad que pocos competidores pueden igualar.
Potencia y rendimiento
El DBX S cuenta con un motor V8 mejorado, procedente de Mercedes-AMG pero ahora equipado con turbocompresores de doble entrada más grandes, tomados directamente del hipercoche Valhalla de Aston Martin. Esto da como resultado una potencia superior a los 715 CV, superando incluso al Purosangue de Ferrari en potencia bruta. Mientras que el Urus SE de Lamborghini ofrece más caballos de fuerza, el DBX S acelera a 62 mph en un tiempo más rápido.
La decisión de Aston Martin de abandonar el modelo DBX básico en favor de la versión 707 de mayor rendimiento demuestra una clara comprensión de la demanda del mercado. El DBX S sigue esta tendencia y ofrece una experiencia más rápida y centrada sin comprometer el lujo.
Chasis y manejo
El DBX S presenta un chasis revisado diseñado para mejorar la capacidad de respuesta y la agilidad. La cremallera de dirección se ha recalibrado con una relación un 4 % más rápida, lo que mejora la sensación de dirección sin sacrificar la estabilidad. El radio de giro del vehículo también se ha reducido a 12,0 m, lo que lo hace más maniobrable en entornos urbanos.
El ingeniero jefe Andy Tokley se opone a la inclusión de la dirección en las cuatro ruedas, creyendo que el mayor cumplimiento restaría valor al manejo directo y predecible del automóvil. En cambio, la atención se ha centrado en perfeccionar la suspensión neumática, los amortiguadores adaptativos y el sistema de control electrónico antivuelco (eARC). El eARC gestiona activamente el balanceo, mejorando tanto la agilidad como la estabilidad.
Diseño y Estética
El DBX S ofrece una estética sigilosa, con un amplio uso de fibra de carbono en el techo, espejos, parachoques y difusores. Las llantas de magnesio y la parrilla del radiador negra realzan aún más el aspecto agresivo. Si bien el auto de prueba presentaba una pintura gris pálida, se recomiendan tonos más oscuros para acentuar la presencia amenazadora del auto.
Experiencia de conducción
El DBX S permite a los conductores cambiar entre los modos GT, Sport y Sport+ mediante un collar giratorio alrededor del botón de arranque. Cada modo altera el sonido del escape, la altura de la suspensión y la configuración de los amortiguadores, transformando el auto de un GT refinado en una máquina de desempeño más agresivo.
En el modo GT, la conducción sigue siendo cómoda, pero en Sport y Sport+, el coche se vuelve notablemente más firme. Las llantas de 23 pulgadas y los neumáticos de perfil bajo contribuyen a una calidad de marcha sin concesiones. Si bien el agarre y el equilibrio del automóvil son impresionantes, la conducción puede resultar demasiado dura para las carreteras británicas típicas en los modos más agresivos.
La dirección es rápida, lineal y tranquilizadora, lo que proporciona una gran confianza en las curvas. El sistema de tracción a las cuatro ruedas favorece el par de las ruedas traseras, mejorando la agilidad. El modo Track permite derrapes controlados y minimiza la intervención del control de estabilidad.
Conclusión
El Aston Martin DBX S cumple su promesa de una experiencia súper SUV. Al priorizar el rendimiento sin sacrificar el lujo, se destaca en un mercado competitivo. Si bien la marcha puede ser firme en los modos Sport y Sport+, el agarre, el equilibrio y la estética agresiva del automóvil lo convierten en una opción convincente para quienes buscan un SUV de alto rendimiento.























